No si será por mi asquerosa obsesión por el futuro ó porque muy en el fondo yo también creo que existe gente buena este mundo, pero siempre me llena de preocupación y de nostalgia pensar en lo que pasará con la relación con mis amistades en un futuro no tan próximo.
Siempre me la paso recordando que cada vez que termina una etapa de mi vida, normalmente aparece una nueva tanda de compañeros que sustituye a la anterior, y sé que esta tanda también será reemplazada, entonces, ¿para qué molestarse por lo que pasará después? Simplemente porque, tal vez, en mi subconsciente espero mantener el equilibrio en mi vida, quiero que todo este en un orden preestablecido, donde todo sea perfecto, “La vida de la leche y la miel”, pero luego recuerdo que, al final, es bastante difícil que eso suceda. No quiero parecer poco optimista con esto, (aunque lo haga), pero la gran escuela me ha enseñada que es así como suceden las cosas.
Así que ¿Cuál es la respuesta? Tal vez sea muy egoísta como para dejar ir a las personas que me importan, tal vez sea porque, de hecho, me importen, no lo sé ni estoy interesado en saberlo, pero me inunda una súbita tristeza al pensar en mi futuro y acordarme de que probablemente ninguno de mis compañeros de semestre esté en el, de que muy probablemente ni uno solo de mis colegas de la infancia, adolescencia, colegio o liceo me dé una palmada en el hombro y se burle de mi cuando me vea disimular el llanto y la emoción al sostener a mi primer(a) hijo(a), o que ninguna de mis amigas se escape corriendo cuando reciba el ramo de flores de mis esposa en sus manos el día de mi boda, o que ningún domingo por la mañana recibiré una llamada de alguno de mis compañeros de viaje diciendo: “Compadre vamos a echarnos una pea hoy, ¿o qué?”.
Sé que lo mejor será que no piense en eso por ahora, trataré de hacerlo, y quizás no lo logre, pero hasta el momento en el que me estrelle con mi futuro no sabré que será de la gente que es importante de verdad y ni siquiera de mi mismo, pero Dios sabe que intentaré que pase lo mejor.
Ya por ultimo haré alusión al título de esta nota, y es que es mejor malo conocido que bueno por conocer…
Dicho esto, no me queda más que despedirme y decir adiós hasta la siguiente entrada.
Kevin Yépez
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